Hablar de Caracas es hablar del Ávila, su ícono más grande y su inseparable complemento. Llamada Waraira Repano por las etnias originarias, el parque nacional El Ávila separa majestuosamente el hermoso valle de la ciudad de Caracas de la azul costa caribeña. Solo basta contemplar esta poderosa y emblemática montaña para olvidar cualquier pena y sentirse renovado. Las rutas para escalarla y disfrutarla son muchas, incluyendo la del teleférico de Caracas. Una de las rutas inolvidables es el ascenso a su punto más alto, el Pico Naiguatá, con 2.765 metros sobre el nivel del mar. Se atraviesan todos los ecosistemas de altura hasta llegar a su cruz, desde donde se observa una tranquila, verde y monumental Caracas. El Ávila se eleva como un lugar ancla que infla de orgullo y define la identidad de los caraqueños.

Icónica vista de Caracas con el Ávila de fondo | Julio Arreaza

Tierra de gigantes

La Cruz de Naiguatá, el punto más alto de Caracas

Amanecer en el Pico Naiguatá

Colores del amanecer

Vista de la costa litoral desde el Pico Naiguatá

Azul Caribe, visto desde el Ávila

Caracas desde el Ávila

Teleférico de Caracas

Vista del Hotel Humboldt

Caracas de noche desde el Ávila

Una de las tantas vista del Ávila desde la ciudad